lunes, 21 de junio de 2010

Ser o no ser

Las normas, si son coherentes, sirven para unificar criterios y salvaguardar la seguridad y libertad de las personas. Incumplirlas suele tener repercusiones de distinto calibre según su importancia proporcional.
Pero ¿que pasa cuando son muchos los que las incumplen?

Ejemplos:

¿Cuantos automóviles veis con una o las dos luces de posición fundidas?
¿Cuantos aparcados en rotondas, esquinas. pasos de cebra, en doble fila...?
¿Cuantos se pasan las líneas discontinuas, los límites de velocidad, la distancia de seguridad,?
¿Cuantos los que no usan los intermitentes, o creen que por indicarlo tienen el derecho de cortarte el paso?
¿Cuantos...?

Creo que nos hacemos a la idea.

Quienes cumplen las normas se ven impotentes ante el desprecio que supone todas esas infracciones tanto para nuestra libertad como para nuestra integridad física.

¿En que mundo queremos vivir? El civismo es imprescindible en una comunidad Humana.

Estoy seguro que si se empleara los medios de enseñanza óptimos y la costumbre de ser moderado y valorar las existencias de los demás, la experiencia de vivir sería incomparablemente mas satisfactoria.
Por supuesto ahí está incluido todo animal, vegetal, mineral, agua o gas.

Somos animales racionales ¿Cual de tus dos partes genéticas te gobierna?

Me encantaría poder vivir en una comunidad donde no exista la sinrazón.
Donde todos quieran ayudar y ser ayudados por igual.
Donde no me sienta diferente o perjudicado.

En una comunidad con escasas normas, porque no deba acordarse soluciones para que no existan abusos.

¿Y tu?

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