jueves, 15 de julio de 2010

Hijos

Cuando hablamos de que el mundo avanza ¿Hablamos de las personas? y si avanza ¿adónde?

Todos hemos sido hijos. También hemos conocido las infancias de nuestros abuelos, de nuestros padres... Cada una de ellas con sus pros y sus contras.

No podemos controlar los acontecimientos que suceden durante nuestra infancia, solo podemos pedir sobrevivirla y alcanzar la mayor felicidad durante el mayor tiempo posible.

Por lo demás, somos un libro en blanco. Hay que reseñar que es muy importante las primeras cosas que se escriben en el. Se suele pensar, que los niños aprenden a partir de cierta edad donde ya existe una cierta función motora y una interacción con el entorno. Craso error

Sin tener conocimiento alguno y prácticamente sin control sobre nuestro cuerpo, aprendemos por imitación de las cosas que percibimos a nuestro alrededor, siendo capaces de aprender infinidad de datos que utilizaremos como recursos.

¿Que herramientas vamos a tener a mano? ¿Con que rasero mediremos nuestras acciones y reacciones?
Si no se nos da, recurriremos a la libre interpretación, con la posibilidad de errar en exceso.

Es función de los padres y tutores darles este primer material imprescindible en su formación.
Necesitan unos valores que guíen su camino, un conocimiento del medio donde va a vivir que le ayude a la integración como persona y como ciudadano en una sociedad.

Los hijos, que adolecen de los conocimientos y normas sociales utilizan la zona mas primaria del cerebro, por ese motivo son egoístas.

Aunque va a depender mucho de cómo sea educado, este también tiene la necesidad y el deber de aprender los conocimientos necesarios para realizarse, según la supervisión de sus tutores, dada su carencia de criterio y la tendencia al egoísmo.

Actualmente, los jóvenes se sienten perdidos por no tener una señal clara que seguir. Se ha permitido que se incivilicen, mostrando una reacción egoísta agresiva, debido a la sociedad competitiva en lugar de una sociedad colaborativa, más racional.

También serán responsables contando con cierto criterio de revaluar las directrices aprendidas en busca de errores transmitidos por los padres o la sociedad.

Si no reaccionan a tiempo, pagarán un alto coste ellos mismos y las generaciones venideras.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En una cosa tienes razón, los hijos son fieles reflejos de los padres. Lamentablemente hoy en dia tenemos una sociedad en la que en la mayoría de los casos, el reflejo solo lo hace un solo padre y el otro queda eclipsado, ya que el divorcio cada dia esta mas en boga.

Así nos encontramos hijos divididos, padres que usan a los hijos como moneda de cambio para conseguir lo que quieren del otro cónyuge. Es una pena enorme el que los hijos se encuentren en esa situación, debería estar penado ella que un padre manipulen a los hijos para hacer daño al otro padre.

¡SI SE DIESEN CUENTA QUE UN HIJO NECESITA A SUS DOS PADRES POR IGUAL!

Noland dijo...

Querido Anónimo.

Cierto.
Las familias monoparentales cada día son más.
La actitud que comentas, el síndrome de alienación parenteral (S.A.P.)es desgraciadamente muy común.
A parte del terrible trastorno emocional que supone para los implicados, se comete una gran injusticia con el hijo.

Si los hijos reciben un solo punto de vista, no solo se merman sus posibilidades sino el de toda la sociedad.

Es muy importante que sean nuestros hijos quienes decidan y moderen los conocimientos recibidos.

Anónimo dijo...

Si, estoy de acuedo con algunos comentarios,pero, los hijos ¿que piensan?,¿que opina? y lo mas, ¿ QUE SIENTEN?
Seria tambien un buen tema a sacar ya que yo mismo he pasado por eso de pequeño.
He ido a juicios,y cosas personales injustas desde mi punto de vista( lo pase mal).
Me gustaria bolver a sacar el tema "hijos" pero no con el punto de vista de un padre, sino el punto de vista de niño.

Noland dijo...

Sobre que piensan y que sienten, depende de la edad. Contra menor sea esta, mas egoísta es y más se aferrará al árbol que mas cobije.
Aparte de pensar que su mundo se hunde bajo sus pies a uno nuevo y desconocido, no tienen experiencia donde comparar. Su verdad será la de la que le de cobijo.

¿Que sienten? Miedo. sobre todo a que va a ser de ellos.
Los otros sentimientos vendrán heredados del progenitor custodio.

Cuando los hijos sean mayores, será suficientemente tarde para las funciones del padr@ del sin custodia ya que para bien o para mal solo habrá tenido un modelo a seguir y habrá perdido la opción a la comparación entre ambos progenitores.