viernes, 1 de febrero de 2013

Ojos que no leen, corazón que no siente.

Es obvio que lo escrito en este blog no es lo más seguido de la red. Apenas unos cuantos seguidores y las visitas que surjan de los titulares compartidos en Google+.

No es preciso hablar del desanimo en el que se puede caer fácilmente.

Pero si nos fijamos en las fechas, podremos darnos cuenta hablaba de los temas que copan todas las publicaciones actuales, anticipándome a lo inevitable, cuando ya es tarde para cualquier respuesta porque el daño ya es demasiado.

No estoy pregonando en el desierto, sino que hay muchos que prefieren enterrar sus cabezas en la arena para no ver ni oír hasta que no queda mas remedio que enfrentarse a la realidad.

No debería ser normal, ni deseable ni lícito que los representantes del pueblo hagan su voluntad por encima de este.

Ni que el pueblo no disponga de control sobre los bienes que se ponen a su disposición.

Ni que se dicten o modifiquen leyes que benefician exclusivamente a representantes y no a los representados.

Quienes representan al pueblo son trabajadores. No mandan, solo deben hacer el cometido por el que se les contrata y eso incluye que leyes se deben hacer, modificar o derogar, según la campaña publicitada, que indique claramente su estrategia a seguir y que les valide para seguir en el gobierno, motivo sine qua non.

Es increíble que los políticos estén preocupados por la imágen que damos al mundo con las sospechas continuadas de corrupción, y no se avergüencen de ser del mismo grupo que ya ha dado muestras de mantener una estructura insostenible.

Los ciudadanos no son de segunda clase y mucho menos pueden considerarse de una clase superior a dirigentes, que no solo son subordinados de sus representados sino que creer que ese estatus les coloca por encima de cualquier otra persona solo cabe en mentes dictatoriales que solo pretenden el poder en beneficio propio.

Mientras España está en crisis, haber votado para mantener la primera clase en los viajes abochorna mas que ver a nuestros representantes salir de un avión en clase turista.

Por una democracia participativa, por una justicia real e igualitaria. Dimitan ya.

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