jueves, 11 de abril de 2013

Comunicando



La comunicación tiene como fin transmitir de un ser a otro un concepto.

La utilización de las lenguas con fines políticos solo convierte algo bueno en un arma, como todo lo que toca el ser humano: La pólvora de los fuegos artificiales en explosivos, la energía atómica en bombas, la medicina en armas químicas, etc.

Los políticos en lugar de trabajar para alcanzar un consenso que facilite soluciones a los problemas, se limitan a enarbolar banderas ideológicas y tratar de imponer su voluntad en detrimento de la mayoría.

Cuando un diputado es expulsado por hablar en un idioma que no todos entienden no va a conseguir trasladar sus ideas a los que no lo comprenden .
Para poder utilizar varias lenguas sería necesario que todos las conozcan.

Puede que prefieran enseñar todas las lenguas cooficiales en las escuelas, poner traductores en todos los estamentos públicos, o hablar en un idioma común entendido por todos.

¿No sería estupendo poder elegir la lengua en la que quiera aprender?

La libertad termina donde empieza la del otro.

Debemos poder expresarnos con libertad en el idioma que queramos, eso si, siempre que sea útil.

El lenguaje sirve para entenderse. Lo demás son ganas de marear la perdiz.


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